Cosas que pasan #1: Tu propio contrato se vuelve contra ti

La semana pasada un cliente (al que le tengo mucho cariño) me envió el modelo de contrato de prestación de servicios que utilizaban para contratar con grandes empresas.

Tenía cláusulas contrarias a nuestros propios intereses.

Analizando las razones de esto, me comentó que ese era el modelo actualizado que utilizaban cada vez que iniciaban una negociación. Iban encadenando los cambios que les incorporaba una empresa grande a su favor con más y más cambios de otras empresas con las que acababan negociando.

Al final, el contrato, aunque fuese suyo, no recogía una posición favorable a sus intereses.

Este es un problema que veo a menudo en contratos de empresas medianas y pequeñas con grandes clientes.

Normalmente, el gran cliente impone su ley (su modelo de contrato), en el que quizá puedes arañar algo en alguna cláusula dotándole de reciprocidad a su contenido y adaptándola al caso concreto. El resto del contenido suele ser, como mínimo, desproporcionado.

En cualquier caso, es importante tener un proceso de gestión de nuestros contratos sólido y bien protocolizado. Tenemos que saber siempre:

- Cuál es nuestra versión de inicio para favorecer nuestra posición

- Qué cosas podemos tocar o matizar

- Cuáles son nuestras líneas rojas

- Aprender de lo sucedido en el pasado

Tip final: el último contrato que firmaste no puede ser nunca el contrato inicial que presentes con otro cliente o proveedor. Te estarás lanzando piedras contra tu propio tejado.

#negociación #contratos #mercantil

Abrazo,

ILH