¿Cuándo es el mejor momento para constituir una sociedad para mi proyecto?
Nuestro entorno es cada vez más dinámico, flexible, volátil y digital, lo que permite que nazcan y se pongan en marcha ideas emprendedoras a diario. Ello hace que nos surja la pregunta del millón.
¿Debemos constituir una sociedad cada vez que se nos ocurra una idea de negocio?
Pese a que los emprendedores intentan no ser previsibles y saltarse las leyes no escritas del mercado, hay determinadas normas con las que hay que cumplir para evitar problemas en el futuro. En este punto tenemos 3 ejes sobre los que pivotar:
- Legal
- Fiscal y contabilidad
- Laboral y Seguridad Social ("SS").
A efectos mercantiles poco importa cómo desarrollemos una actividad. No obstante, en función del volumen y circunstancias de nuestro proyecto llegará un momento en el que lo más adecuado será canalizar la actividad a través de una sociedad limitada, que podremos constituir incluso nosotros solos.
Las implicaciones de una sociedad
El problema de una sociedad no es constituirla, sino mantenerla en el tiempo. El mantenimiento de una sociedad de capital conlleva la aparición de una serie de costes de gestión (outsourcing) como la llevanza de la contabilidad y la presentación de impuestos, además de costes de SS, como mínimo en la figura de su administrador.
La normativa aplicable nos obliga a cumplir con todas estas premisas. ¿Pero merece la pena en todos los casos?
Nuestra respuesta es que no. Si partimos de un modelo "lean" de emprendimiento en el que nos encontramos en una fase de validación de hipótesis, lo importante es validar esas hipótesis. Para ello no es necesario en la mayoría de los casos revestir ningún tipo de forma jurídica específica (aunque la Ley requiere darse de alta en la actividad en Hacienda “IAE” y estar dado de alta como autónomo como mínimo para poder facturar por nuestros productos o servicios).
Lo que solemos recomendar a emprendedores que se encuentran en una fase de validación de hipótesis es que sean conscientes de que los gastos que genera mantener una sociedad son recurrentes en el tiempo. Por ello, hasta que de acuerdo con su business plan no se prevea cierta viabilidad financiera, lo más sensato será articular formas menos complejas y más flexibles que posibiliten un entorno seguro en el que experimentar con la idea y validarla.
El Termsheet
Ello puede hacerse de forma sencilla a través de diversos cauces. Por ejemplo, se puede firmar un Termsheet o acuerdo de intenciones entre los futuros socios (¡incluso en una servilleta!) en el que se regulen aspectos como las funciones a desarrollar, el capital que aportará cada uno, los trabajos a desarrollar, el reparto de los dividendos entre ellos, los pasos a seguir para dotar de una estructura a una futura sociedad etc. Todo ello para dotarnos de un marco de entendimiento entre los socios en la futura constitución de la sociedad o en el crecimiento futuro de nuestro proyecto.
Ese Termsheet, unido a alguna de las figuras de trabajador autónomo admitidas por la SS y Hacienda, nos permitirá ponernos el mono de trabajo y ver si de verdad la ejecución de nuestra idea tiene viabilidad en el mercado.
Aquí también puedes firmar un termsheet
Cuándo constituir una sociedad
Cuando lleguemos a un determinado volumen de negocio (y de posible responsabilidad), será el momento de constituir la sociedad y formalizar un nuevo pacto de socios que se adecue a la realidad de nuestro proyecto en marcha.
¿Has tenido o tienes dudas con respecto a este tema? Si es así, no te preocupes. Es lo normal. Cuéntanos tus dudas o escríbenos a info@lopezhermoso-abogados.com